Según la Declaración Universal sobre Bioética y Derechos Humanos de la UNESCO del año 2005, «cualquier intervención médica preventiva sólo debe realizarse con el consentimiento previo, libre e informado de la persona interesada sobre la base de información adecuada». Es decir, a partir de este acuerdo internacional, firmado nada menos que por 193 países, nadie puede ser obligado a vacunarse bajo ningún pretexto. Pero eso no es todo; aquellos que deseen ser vacunados tienen el derecho de conocer toda la información referente a la vacuna, solicitar un informe detallado sobre los efectos secundarios, sus beneficios y sus contraindicaciones. El autor de este libro, que asegura abiertamente no ser un “anti-vacunas”, expone con lujo de detalles los peligros de una vacuna desarrollada en tiempo récord y muchos otros aspectos a considerar a la hora de tomar una decisión tan delicada.