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Bøger
Walter Benjamin

Radio Benjamin

  • b5664010133har citeretfor 3 år siden
    Mas, para él, el mayor horror eran las llamadas reuniones de té, sociedades estéticas entonces de moda en Berlín, tertulias de personas amantes de lo bello, pero ignorantes y triviales, que presumían de su interés por el arte y la literatura.
  • Adal Cortezhar citeretfor 3 år siden
    Un titiritero es un déspota comparado con el cual el Zar no es más que un gendarme. Imaginaos todo lo que hace: él solo escribe las piezas, pinta los decorados, talla los muñecos como él quiere que sean, e interpreta con su propia voz cinco, seis y a veces más papeles. Y nunca encuentra trabas, inhibiciones, obstáculos.
  • Adal Cortezhar citeretfor 3 år siden
    Por ejemplo, esta de una frutera en su lecho de muerte que lleva muy mal la idea de morirse. Tiene al lado a su marido, que no sabe qué decir y trata de consolarla: «No estés triste porque tengas que morirte; todo irá bien, todo acabará bien. Todos tendremos que morirnos un día de nuestra vida». «Imbécil», musita la pobre mujer, «eso es lo malo. Si nos muriéramos diez o doce veces, no me preocuparía esta primera».
  • Adal Cortezhar citeretfor 3 år siden
    Tres chicos entran en una droguería. Uno pide «cuatro peniques de regaliz». El vendedor mueve una larga escalera, sube hasta el último peldaño, llena la bolsa y baja. Cuando el chiquillo ha pagado, dice el segundo: «Yo también quiero cuatro peniques de regaliz». El vendedor pone mala cara y, antes de volver a subir a la escalera, pregunta al tercero: «¿Tú también quieres cuatro peniques de regaliz?». «Yo no», dice. El vendedor vuelve a subir a la escalera y baja con la bolsa llena. Entonces se vuelve al tercero y le pregunta: «¿Y tú qué quieres, chaval?». Y este contesta: «Yo quiero cinco peniques de regaliz».
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