Con este libro, Anatole France se interna en los caminos de la novela histórica, logrando una de sus más vigorosas y penetrantes expresiones. Describe la realidad de la Revolución Francesa y capta las costumbres, el clima moral y la mentalidad de la época, a través de personajes que viven y sufren: el ciudadano Brotteaux, filósofo epicúreo y escéptico; el joven pintor Gamelin, revolucionario austero y fervoroso; Blaise, su amante; Marat, Robespierre, etc. Los acontecimientos envuelven a los actores del drama, y una ráfaga de sangrienta locura agita los espíritus: los dioses tienen sed…