Mathieu Hermans es uno de esos nombres que todos los que siguieron el ciclismo en España en los años 80 recuerdan. Uno de los pocos extranjeros en competir para un equipo español en aquella época, pasó a profesionales en el 85 con el Seat-Orbea, sin saber aún si era un escalador o un esprínter.
Consumado especialista en ciclocrós, abandonó prematuramente los estudios persiguiendo un sueño: ser ciclista profesional. Lo consiguió en el País Vasco, donde se instaló durante sus primeros años en el profesionalismo y donde se dio cuenta de que las cuestas no eran lo suyo, a pesar de su pequeña talla.
Fueron al esprint como llegaron sus victorias más sonadas en la Vuelta a España (9) y en el Tour de Francia (1). Profesional entre los años 1985 y 1993, repasa en este libro su camino para llegar al profesionalismo, así como sus años en la cima del ciclismo, mezclando anécdotas con reflexiones personales pasadas unas décadas. El periodista Juanfran de la Cruz le ha dado forma a este libro, basándose en una autobiografía publicada hace unos años en su país de origen y también en los recuerdos de Pedro Larrayoz, la persona que lo trajo de Holanda y que todavía hoy considera su familia de Tolosa.