Una historia de amor. Una muy especial. No porque la parejita en cuestión sean una chica cis y un varón trans, sino porque la escribió Charo Márquez que sabe escribir humor, alto voltaje sexual y una perspectiva muy particular: Charo puede ser muy analítica, puede construir, por ejemplo, cuando sus personajes se paseen por ese ámbito, escenas de la cotidianidad lésbica con una lucidez que te arranca carcajadas pero sin perder la ternura. También puede hacerte llorar y probablemente llores en alguna parte que no te voy a adelantar. Y seas feliz cuando el amor brille. Que brilla, y mucho, acá. Tenía que pasar: alguien tenía que escribir una novela como esta. Tenemos mucha suerte porque la escribió Charo. Y es la primera de, estoy segura, muchas: esta autora joven y talentosa está apostando con mucha potencia a construir una literatura queer que rompa las etiquetas.