Los gobernantes psicópatas son astutos e ingeniosos cuando se trata de dominio y de tortura, pero carecen de humor y están intelectualmente limitados; su principal característica es la paranoia y, por supuesto, la cobardía, y nada les asusta más que lo impredecible y la pérdida de control, en especial sobre el lenguaje, la principal arma para ejercer ese control.