Rita Dove

Rita Dove

  • Pablohar citeretfor 2 måneder siden
    Thomas en la noche,

    en el terreno baldío:

    Aquí estoy, intacto

    y con el corazón desmayado.
  • Pablohar citeretfor 2 måneder siden
    arriba, al dirigible de Goodyear.

    Amigo, sé

    que estás ahí dentro.
  • Pablohar citeretfor 2 måneder siden
    La fábrica de zepelines

    necesitaba obreros, cierto…,

    pero, de pie en la jaula

    del vientre de la ballena, chispas

    en las articulaciones

    y un ruido como de truenos,

    Thomas quería sentarse

    y ponerse a llorar, así no más.

    Esa primavera se bautizó

    a la tercera nave aérea en tamaño

    una broma enorme para

    la ciudad aunque todos

    fueron al bautismo.

    Llegó el viento,

    “El Akron” flotó

    fuera de control,

    tres hombres arrastrados—

    uno cayó y

    se salvó, uno

    siguió colgado pero el tercero,

    una falla en los músculos y la

    adrenalina, cayó

    arañando el aire,

    doscientos metros hacia abajo.
  • Ana Saenzhar citeretfor 4 måneder siden
    ¡Mamá, ahora somos afroestadounidenses!

    ¿Qué sabía ella de África?

    ¿Había lagos como este

    con un bote a remos empujado bajo el muelle?

    ¿O el Gran Misisipí de Thomas

    con sus sedas sombrías? (Estaba

    el Nilo pero el Nilo pertenecía

    a Dios). El lugar del que ella venía

    era el pasado, veinte kilómetros hacia el pueblo

    donde nadie había cerrado con llave la puerta trasera,

    y Goodyear ni siquiera había empezado a soñar con un parque

    bajo el símbolo de la compañía: un pie blanco

    del que brotaban dos alas chiquitas.
  • Ana Saenzhar citeretfor 4 måneder siden
    Ella quiere oír

    el ruido del vino que cae en el vaso.

    Ella quiere sentir el gusto

    del cambio. Ella quiere

    que el orgullo ruja a través

    de la cocina hasta que la haga brillar

    como la paja, ella quiere

    que la carne magra reemplace

    a la tradición. El jamón golpea

    en la olla, nada más

    que huesos, cada uno

    con su brazalete

    de carne.
  • Ana Saenzhar citeretfor 4 måneder siden
    El cuerpo de ella ya no es joven pero tiene la mente libre.

    Es capaz de imaginar un crepúsculo, azufre

    que parpadea en naranja, después en negro

    como la punta del ala de un flamenco, la cerca

    blanca en marcha colina arriba

    pero nunca crearía estrellas tan insignificantes.

    La casa, cerrada como un reloj de bolsillo,

    esos corazones tensos que respiran adentro –

    esos, ella nunca podría inventarlos.
  • Ana Saenzhar citeretfor 4 måneder siden
    ANIVERSARIO

    Exactamente doce años

    él se pone la cuenta verde contra las preocupaciones en la boca.

    El truco es tragarse la buena suerte también.

    Últimas palabras a una hija…

    y un guiño para que ella lo recuerde.
  • Ana Saenzhar citeretfor 4 måneder siden
    Y ahora la calle oscura, ni un alma,

    nadie. Él se acostó sobre

    el asiento, una vaina que se hace a la mar,

    un beso que se desarruga. Miró

    el ojo partido de la guantera,

    la receta adentro,

    rio mientras pensaba Ah

    escrito en el agua. Imaginó

    a su esposa cuando se despertara extrañándolo,

    partiendo una ventana. Oyó sirenas

    que se alzaban; las llaves se hamacaban, tic tac.
  • Ana Saenzhar citeretfor 4 måneder siden
    Hamácate bien bajo para que yo

    pueda subir—

    un barco susurrante de voces

    grande por todo

    lo que les

    hicieron.

    Ningún sonido así de generoso

    puede fallar:

    cabalga la alegría hasta que

    se quiebre como un huevo,

    haz que la pena

    hierva y susurre.

    Desde una fortaleza

    de desdicha animal,

    se eleva la voz fría

    del tenor, embelesada

    de sacrificio.
  • Ana Saenzhar citeretfor 4 måneder siden
    Él abandonó los licores finos

    y el chaleco rayado.

    Se convirtió en un dulce tenor

    del coro góspel.

    Canario, usurpador

    del afecto de su esposa.

    Nena nena

    nena nena.

    En el salón, con serpentinas,

    un insecto en un clavo.

    El canario, que corteja su efigie.

    Las chicas, fragantes en sus camas.
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