Denne bog er ikke tilgængelig i streaming pt. men du kan uploade din egen epub- eller fb2-fil og læse den sammen med dine andre bøger på Bookmate. Hvordan overfører jeg en bog?
—¿Acaso tengo otra opción? Papá cogió aire y meditó la respuesta. —En realidad, cariño, tienes treinta y cinco opciones.
Julieta Davalos Sosahar citeretfor 7 år siden
No creo que nadie sepa lo que busca hasta que lo encuentra.
Yaohar citeretfor 3 år siden
No esperaba encontrar el amor que compartían mis padres, o lo que Ahren sentía por Camille. Pero… quizá podía conocer a alguien especial. Una persona que deseara besarme incluso cuando tuviera un resfriado o que estuviera dispuesta a darme un masaje después de un largo día de reuniones. A lo mejor podía encontrar a alguien que no me asustara, a quien pudiera abrirle las puertas de mi alma. Pero eso ya sería pedir demasiado.
Yaohar citeretfor 3 år siden
Te pones una coraza y no permites que la gente te conozca tan bien como yo. Pero sé que, al final, esos chicos captarán un destello de lo que se esconde en tu interior.
Yaohar citeretfor 3 år siden
Ahren miraba a Camille como si gracias a ella saliera el sol cada mañana. Era bonito verle así, hechizado por aquella jovencita. Y eso hizo que me diera cuenta de que nunca nadie me había mirado de ese modo.
Jose Alfredo Corona Ruizhar citeretfor 4 år siden
Hay ciertas cosas que uno no aprende de sí mismo hasta que otra persona entra en el rincón más íntimo de su corazón
Montse Francohar citeretfor 5 år siden
Pero, a veces, aquello que llevas años anhelando aparece por la puerta, decidido a eludirte, a huir de ti. Y, sin embargo, al final te das cuenta de que siempre hay alguien para ti
Vanessa Delgadohar citeretfor 2 måneder siden
Ahren miraba a Camille como si gracias a ella saliera el sol cada mañana.
Vanessa Delgadohar citeretfor 2 måneder siden
Ahren estaba irreconocible. Miraba a Camille como si la venerara, como si estuviera preparado para sacrificar cualquier cosa si eso complacía a su amada.
Vanessa Delgadohar citeretfor 2 måneder siden
Ahren estaba irreconocible. Miraba a Camille como si la venerara, como si estuviera preparado para sacrificar cualquier cosa si eso complacía a su amada.