Historia mínima. La vida cotidiana en México

En este caso, el daño fue indirecto, al distraer recursos que podían haber beneficiado a la población al invertirlos en obras públicas, pero que terminaron en el bolsillo de los proveedores de alimentos y servicios.
Para organizar la visita de Santa Anna se tomaron fondos de la aduana local (que cobraba la alcabala)

Desde tiempos inmemoriales, el arribo de un personaje significaba días, semanas o meses de pobreza, de hambre, de trabajo extenuante, más allá de las exigencias ya de por sí demandantes de la sobrevivenci

Fue a mediados del siglo cuando se animó el comercio interregional de productos como el queso de Cotija, Michoacán, vendido en todo el Bajío

thualli era el nombre nahua para el patio doméstico.

era el nombre nahua para el patio doméstico.

El dicho ninotocuiuitla, “yo arranco mi mata de maíz”, lo decía quien había recibido una ofensa de un ser querido que le debía respeto y lealtad; traicionada la lealtad, el agredido optaba por divulgar las cosas secretas que sabía de su agresor.

Se habla también en las fuentes de bandoleros o salteadores de caminos, que esperaban el paso de alguna pequeña caravana de mercaderes o viajeros para asaltarlos.

Es muy probable que los delincuentes que se involucraban en estos ilícitos estuvieran asociados con algún noble, capaz de “lavar” la ganancia; pues es prácticamente impensable que un astroso vagabundo se sentara en la plaza a vender las piezas de jade robadas la noche anterior en alguna residencia de la ciudad.

Por último, los marginados tenían la opción de delinquir de manera abierta para ganarse la vida: robar, asaltar, secuestrar y aun matar. Sabemos de la existencia de bandas de malhechores que se dedicaban a asaltar casas durante la noche, y que además de robar, violaban y mataban

También podían ganarse la vida, quienes no pertenecieran a una comunidad, trabajando como acróbatas y malabaristas, comediantes o titiriteros.