Deuteronomio 4:24
“Porque el Señor tu Dios es fuego consumidor, un Dios celoso.”
Sí, Dios es celoso – sin pecar – como un padre que cela sus hijos porque no quiere que el mal les toque, y también como un esposo que no permite un tercero en esa relación tan estrecha. Dios exige ser el primero en nuestras vidas. Exige ser antes que tu cónyuge, antes que tus hijos, antes que tu amor, antes de todo.