Stefan Zweig

Veinticuatro horas en la vida de una mujer

  • ehar citeretfor 4 år siden
    Después de aquel momento de exaltación sentimental, toda palabra nos parecía vana.
  • Ayanet Nhar citeretfor 2 timer siden
    Enseguida adiviné que me hallaba ante un hombre abrumado que contenía todo su sufrimiento con las puntas de los dedos para no dejarse aniquilar por él. Y en aquel instante…, en el instante preciso en que la bolita fue a caer con un ruido seco en la casilla y el croupier cantaba el número…, en aquel segundo, las dos manos se separaron para abatirse aplomadas como dos bestias alcanzadas por un mismo tiro. Se abatieron ambas realmente desfallecidas, inertes, con una plástica expresión de extenuación, de desengaño, como heridas por un rayo, como una existencia que se apaga, y en forma tal, en fin, que no encuentro palabras con que expresarlo. Nunca había visto y nunca más veré unas manos tan elocuentes, en las que cada músculo parecía estar dotado de palabra y en las que el sufrimiento parecía exhalarse por cada poro.
  • Ayanet Nhar citeretfor 2 timer siden
    En el fondo, mi vida me pareció desde entonces absolutamente insensata e inútil. El hombre con quien durante veintitrés años había compartido todos los instantes y todos los pensamientos había muerto; mis hijos no me necesitaban, y yo temí, además, amargar su juventud con mi pesimismo y melancolía. Para mí misma no quería ni deseaba ya nada.
  • Ayanet Nhar citeretfor 2 timer siden
    Hablando con sinceridad, he de decir que eso se debió al tedio, al afán de ahuyentar aquel penoso vacío de mi corazón que no podía nutrirse sino de pequeños estímulos del mundo exterior. Cuanto mayor era mi atonía, más intenso era en mí el deseo de hallarme allí donde la vida se agita más febrilmente. Para quien se siente desasido de todo, la apasionada inquietud de los otros produce una sacudida en los nervios, como el teatro o la música.
  • Dianela Villicaña Denahar citeretfor 25 dage siden
    Para quien se siente desasido de todo, la apasionada inquietud de los otros produce una sacudida en los nervios, como el teatro o la música.
  • Dianela Villicaña Denahar citeretfor 25 dage siden
    La cosa duró unos cinco o seis días, sin que la señora revelase con una sola palabra el motivo por el cual aquel tema revestía para ella cierta importancia.
  • María Cruz Morahar citeretfor 4 måneder siden
    Por tres veces estuvo a punto de levantarse airadamente, con el rostro enrojecido, uno de los comensales, a quien a duras penas logró calmar su esposa.
  • Georgina Lopezhar citeretsidste år
    Todo puede adivinarse en esas manos, en su manera de esperar, de coger, de contraerse: al codicioso se le reconoce por su mano parecida a una garra; al pródigo, por su mano blanda y floja; al calculador, por su muñeca firme; al desesperado, por la mano temblorosa; cientos de temperamentos se descubren con la rapidez del rayo, ya en el modo de tomar el dinero, si lo estruja o lo agita nerviosamente, ya si, abatido y con mano fatigada, hace indiferente una apuesta en el tapete verde
  • Georgina Lopezhar citeretsidste år
    con frecuencia me he dicho a mí misma, hasta volverme loca, cuán poca importancia tiene, dentro de una larga existencia, el haber obrado mal en una sola ocasión. Pero no podemos librarnos de eso que llamamos, con expresión bastante vaga, «conciencia»
  • Georgina Lopezhar citeretsidste år
    «Tiene usted toda la razón: la verdad a medias no tiene ningún valor; sólo la tiene la que se expone íntegramente. Me esforzaré cuanto sea necesario para no disimular nada ni ante usted ni ante mí misma. Venga después de la cena a mi habitación; a mis sesenta y siete años, estoy a cubierto de toda maledicencia. Hablar en el jardín o en la proximidad de otras personas no me es posible. Puede usted creer de veras que el decidirme a ello no ha sido para mí nada fácil.»
fb2epub
Træk og slip dine filer (ikke mere end 5 ad gangen)