Esta novela reflexiona sobre los arquetipos y los modelos a seguir que la propia modernidad crea. Modelos basados en la superficialidad en las relaciones y los sentimientos, la caducidad de las creencias. Un paradigma alimentado en el consumo masivo, el materialismo, el egocentrismo y la atomización del individuo.
Un ser humano que se siente aplastado por el devenir, por la rapidez en la que se materializan y evaporan las noticias, por la evanescencia de los compromisos y de los lazos de solidaridad que construimos. Todos somos clientes y potenciales consumidores de la nada. Y esa «nadería» es la que nos sirve, en muchos casos, como referente de éxito social.
Frente a esta desolación existe una oportunidad, “entender el sentido profundo de lo que hacemos, confiriendo sentido a nuestra propia vida”. Siguiendo el pensamiento de Viktor Frankl, los lectores de esta novela acompañarán en un viaje de búsqueda a su protagonista, Paula Blanco, en su deseo de entender que los sentimientos puede que nos hagan vulnerables, pero sin duda nos hacen más humanos.