Gustar y emocionar

rivales. Con los bailes, los cantos, los adornos, el maquillaje, es posible destacar de otra forma, enmascarar sus «defectos» y obtener así una ventaja en la competición para el acceso a los individuos del otro sexo. En estas circunstancias, y con algo de magia adicional, incluso aquellos que no poseen encantos físicos pueden obtener éxitos amorosos

Benjamin según la cual cada vez más nos volvemos más ricos en episodios de experiencia, pero más pobres en experiencias comunicables: un descenso de la experiencia que Benjamin califica de «bárbara»

Recordemos que las compras incontroladas solo afectan a una proporción muy reducida de la población: según diversos estudios, la prevalencia de compras compulsivas severa varía entre un 1,1 y un 4 % de la población general.27
No porque

Ha transformado a las personas en infatigables máquinas de felicidad», decía el presidente Hoover a Edward Bernays en 1928: en una época marcada a gran escala por el sobreendeudamiento, la preocupación por la falta de dinero y los finales de mes complicados, hoy en día estamos lejos de ello

Así, en el momento del narcisismo hipermoderno, el yo se ha convertido en el centro de gravedad de la existencia, polo hegemónico de referencia, «medida de todas las cosas»: se da prioridad a la realización

De esta forma, cada día un poco más, dominan los gustos de los adolescentes, lo superficial y anecdótico, lo insignificante y pueril. Es el momento de la infantilización de la cultura, de la regresión de carácter infantil de la población adulta y de la comercialización de la puerilización

). Si bien el universo de la seducción generalizada reduce la violencia de la conflictividad colectiva, intensifica la desorientación subjetiva, las heridas y los conflictos personales. El cosmos seductivo no fabrica alienación a través de la economía, sino una «nueva economía psíquica»34 dominada por la debilidad de las instancias ideales y la fragilidad subjetiva

Detrás del fun adolescent, progresa un consumidor vigilante y ansioso. No se trata de una cultura de carácter infantil, sino de una cultura de prevención y sensibilización ante los riesgos, de «mantenimiento sanitario» y autovigilancia

bienes duraderos, así como en los gastos relativos a la «compra placentera». Al mismo tiempo se multiplican los comportamientos de smart shopping entre consumidores al acecho de los mejores precios y que esperan las rebajas y las promociones, utilizan los cupones de descuento, hacen trueques, compran

Las redes y la comunicación virtual no hacen desaparecer las relaciones «profundas»: crean nuevas formas de sociabilidad que no se limitan a las relaciones cara a cara, diversifican e individualizan las maneras de mantener relaciones con los demás, hacen posible nuevas formas de interacciones