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Los senderos del Vicio están, a veces, cubiertos de rosas, pero son también infames, a causa de las espinas y los gusanos; los de la Virtud están sembrados sólo de rosas que no se marchitan jamás.
Saul Antoniohar citeretfor 8 år siden
siendo un solo cuerpo y una sola alma con él; yo era él y él era yo.
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él quien primero me enseñó que los placeres de la mente eran superiores a los del cuerpo y, al mismo tiempo, estaban lejos de ser perjudiciales o mutuamente incompatibles
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hasta qué punto la naturaleza había compensado con sus dones corporales la negación de los dones intelectuales
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esa inocencia que los hombres requieren con tanto ardor de nosotras, sin más finalidad que la de gozar con el placer de destruirla,
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Vale decir que existe en los hombres, sobre todo cuando son atrapados por lo que ven, un fondo de creduli
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me mantuvo acostada de lado, dentro de él, estilo cuchara, como lo denominó,
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me parecía que ningún precio era excesivo para pagar por este delicioso bocado de los sentidos, de modo que rota, rasgada, sangrante, destrozada, seguía maravillosamente complacida
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Podemos decir lo que queramos, pero aquellos con quienes logramos ser más libres y naturales son siempre los que más nos gustan, por no decir los que amamos más.
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aunque no creó una respuesta amorosa, forzó una especie de cariño agradecido, algo parecido al amor;