Fiebre de carnaval

Crecer es no poder abrir la boca cuando las cosas te disgustan, pensé, y tampoco lo dije en voz alta; total, nadie me estaba escuchando.

porque el culo es casi una exigencia entre la gente, según entiendo te puede faltar de todo, pero no culo.

un cuenteo de esos que echa mi papi Manuel, que nadie cree porque cuando lo escuchas no se te dibujan las figuritas dentro de la cabeza.

Nadie pronunciaba palabra, decidí por primera vez que no tenía nada que preguntar y sentí rabia: la rabia aguda de no saber.

De ella aprendí que eso es amar, hacer que los otros hagan cosas que no quieren, siempre y por la fuerza de la mirada, el golpe o la palabra. El amor es una cala que te meten por el culo cuando tienes amebas nadándote adentro.

Mi mami tiene tantos secretos como el agua, yo sé que está viva porque puedo ver cómo le crece la vida alrededor, cómo las voces se dirigen a ella, cómo el agua que le viene de adentro hizo posible mi existencia y la de mi ñaña, pero no estoy segura de si todo ese dar vida la hace realmente viva a ella. No sé si todo ese dar amor la hace amarse de verdad.

Todas sabíamos que iba a volver.

El amor terrible de los hombres, el amor terrible de un padre hacia sus hijas siempre vuelve.

Poco después de la conversa, me meto desesperada una guayaba agusanada a la boca y la hago mía. Dentro, imagino la vida breve de los gusanos: una vida invertebrada blanquísima que ahora pasa a ser parte de mi panza de muchacha huesuda.

Poco después de la conversa, me meto desesperada una guayaba agusanada a la boca y la hago mía. Dentro, imagino la vida breve de los gusanos: una vida invertebrada blanquísima que ahora pasa a ser parte de mi panza de muchacha huesuda.

Poco después de la conversa, me meto desesperada una guayaba agusanada a la boca y la hago mía. Dentro, imagino la vida breve de los gusanos: una vida invertebrada blanquísima que ahora pasa a ser parte de mi panza de muchacha huesuda.