La guardia

De qué muere Panayís? ¿Cuáles eran los resultados de la analítica de Diamandís, que se quedan en el fango de la guerra? Pero el eterno Pytheas ya se aleja de la costa, va desapareciendo ya en la bruma del remoto horizonte, nos abandona en la efímera realidad terrestre

hombres de sangre salada, de manos ásperas de tanto aballestar, abitar y aculebrar los cabos, que buscan desesperadamente en cada puerto la calidez de las prostitutas, viejas amigas, las únicas en tierra que los pueden comprender

Almas solitarias que renuncian a tener una familia y un hogar porque son demasiado conscientes de ser extranjeros en tierra, hablan un idioma que no entiende la gente que no vive en el mar,

Desarraigados son todos los tripulantes de este viejo carguero que toma el nombre de Piteas (350 aC - 285 aC), el marino griego que descubrió la península ibérica (Hispania) y uno de los primeros en cruzar el estrecho de Gibraltar (las Columnas de Hércules)

Las mujeres, de la cintura para abajo, no tienen patria

Un pintor mediocre puede explicarnos con palabras cómo trabaja. Un creador, nunca.
—¿Por qué?
—Está ebrio. Solo entonces puede tomar un papel, una cajetilla de cigarrillos vacía, un pañuelo, estrujarlo mientras habla, arrugarlo a su manera y abandonarlo después. Si el que lo encuentra no está ciego, sentirá el aliento, gozará de la forma. De lo contrario, lo tirará a la basura. ¿Comprende?

¿por qué los blancos que aparecen grabados en las antiguas monedas de oro y en las vasijas, o esculpidos en mármol, no se parecen en nada a los actuales habitantes de Europa? Usted no me recuerda en nada al macedonio. Pero si coge la moneda china más antigua que encuentre, ¡verá en ella mi fiel retrato!

Llévame de la mano a mostrarme el mundo. El planisferio desgarrado. La geografía perdida entre libros inútiles.

Tarde o temprano, el caso es llegar. Otros se ponen en marcha y no llegan nunca

Mira, bonito día. Los que se ahogaron ayer hoy se habrán arrepentido