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Bøger
Diana Oliver

Maternidades precarias

  • Armando El Guatequehar citeretsidste år
    Dice la antropóloga María José Garrido que no ha habido una generación de madres menos acompañadas en la crianza que las madres de nuestro actual mundo occidental. Por una parte, hace referencia a la ausencia en las sociedades industrializadas de la red de mujeres en torno a la maternidad, durante el embarazo, parto y puerperio, que ha sido habitual a lo largo de la historia de la humanidad. Por otra, al tipo de familia predominante en la actualidad: nuclear, compuesta por padre, madre e hijos, alejada de la protección de la familia extensa (primos, tíos, abuelos, sobrinos)
  • Armando El Guatequehar citeretsidste år
    Para una parte del feminismo la maternidad es un hándicap. Lo es también para el capitalismo. Por eso cuestionamos el sistema, porque es incompatible con la crianza. Con la maternidad. Con una vida vivible si eres madre.
  • Armando El Guatequehar citeretsidste år
    Jacqueline Rose decía en su ensayo31 algo así como que nos hace falta una versión de las madres en la que el placer tan intenso de serlo no sea un secreto culpable, ni nada de lo que se apropien otros. Que la maternidad sea una experiencia que merezca la pena vivir. Quizás aquí haya que situar el punto de partida: en la resignificación de la maternidad y de los cuidados. Convertir la maternidad en una prioridad para el movimiento feminista
  • Armando El Guatequehar citeretsidste år
    Es difícil encontrar respuestas cuando la maternidad, en sí misma, se ha problematizado. Es cierto: la maternidad no puede ser una fuente de abusos físicos y emocionales. De explotación, propia y ajena. ¿Cuántos silencios acumulan nuestros cuerpos? Pero debemos empezar a desterrar la idea de que la maternidad es «la raíz de nuestra opresión». ¿No lo es en realidad todo lo demás? El género, el color de piel, el escalón social.
  • Armando El Guatequehar citeretsidste år
    ¿Qué mejoraría la forma en la que muchas mujeres vivimos la maternidad?
  • Armando El Guatequehar citeretsidste år
    La popularización de grupos de padres como espacios para la reflexión me parece más prioritario que la intransferibilidad del permiso de paternidad, por ejemplo. Compartir los cuidados y las tareas que sostienen la vida no es un problema de pareja como no lo es el maltrato o la precariedad. Haciéndolo visible, dándole voz, desde lo personal, sentimos cómo nos atraviesa colectivamente. Porque no son solo asuntos que ocupan y preocupan a las mujeres, a las madres, los cuidados deben ser un asunto crucial. Aún nos llama la atención que ellos se impliquen. Les adjudicamos medallas de padres corresponsables, implicados, padrazos, por hacer lo que ya hacíamos nosotras. Lo hacemos porque aún es lo infrecuente. ¿Cómo reconocer lo que hacen sin convertirlo en un agravio comparativo?
    Mis hijos han vuelto del parque. Sus voces rebotan en las paredes. Ya no hay silencio ni música de fondo. Me toca.
    DESPROBLEMATIZAR LA MATERNIDAD
    «Mi dolor individual, aparentemente íntimo como madre, es el dolor individual y aparentemente íntimo de las madres que me rodean y de las que estuvieron antes que yo, cualquiera sea su clase y el color de su piel».
    ADRIENNE RICH, Nacemos de mujer
    Hay
  • Armando El Guatequehar citeretsidste år
    La popularización de grupos de padres como espacios para la reflexión me parece más prioritario que la intransferibilidad del permiso de paternidad, por ejemplo
  • Armando El Guatequehar citeretsidste år
    Son muchos los factores que influyen en la falta de implicación paterna que, creo, va mucho más allá de permisos de paternidad iguales e intransferibles, de excedencias y reducciones de jornada. La paternidad es una construcción social compleja que cambia en función del contexto social y cultural. De la clase social. Por un lado está la falta de referentes masculinos cuidadores. Muchos de los hombres que son padres hoy han tenido el modelo de paternidad tradicional; muy marcados por el autoritarismo y la falta de implicación. A esto hay que sumar la educación sexista recibida que identifica los cuidados como un rol femenino. Puede que, derivado de todo esto, también haya un punto de inconsciencia, de no tener muy claro de qué va eso de cuidar a otro. Su magnitud. Por otro lado está la cuestión de si los dejamos ser y hacer cuando se implican. ¿Cuántas veces nuestros estándares de calidad no filtran según qué cosas? Yo a menudo me siento invadida por un exceso de implicación. Me da rabia cuando no soy su figura de referencia ante el dolor o la pena, cuando no es a mí a la que llaman de madrugada. Es terrible esta ambivalencia que, probablemente, venga mediada por el contexto social imperante en el que permanece un modelo de masculinidad hegemónica
  • Armando El Guatequehar citeretsidste år
    Seguimos viendo la maternidad como un problema, como un obstáculo que nos impide lograr otros fines (laborales, sociales, personales).
  • Armando El Guatequehar citeretsidste år
    Todavía nos cuesta nombrar la maternidad como algo propio de las mujeres, algo que ensalzar, proteger y valorar. ¿Qué ocurre si solo quieres ser madre? ¿Cuidar? ¿Cuánto dura el estado de dependencia de una criatura? La maternidad y la paternidad son para toda la vida, pero es durante los primeros años de crianza cuando la demanda es gigantesca. En los cuidados no hay tiempo muerto, ni botón de pausa, ni fin de semana, ni vacaciones pagadas. Además de nuestras propias necesidades tenemos que cubrir las de otra persona que depende de nosotros, de nuestra presencia y disponibilidad. Las 24 horas al día, los 365 días del año. Pese a la fortuna de no tener que salir de casa cada mañana hacia una oficina, de trabajar en casa, no siento que pueda alcanzar ningún equilibrio feliz. Podemos llamarlo supervivencia. El problema no es la maternidad, el problema es que la maternidad no encaja en el sistema tal y como está configurado.
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