Tratado de excitantes modernos

La embriaguez es un envenenamiento momentáneo.

Cualquier exceso que afecte a las mucosas abrevia la vida.

Por cierto, el alcohol, base del vino y de los licores de los que abusa la gran mayoría de los franceses; el café, que tanto incide en las excitaciones patricias; el azúcar, que contiene sustancias fosforescentes y flogísticas, y que comienza a utilizarse sin moderación: todo ello acabará por alterar las condiciones generativas, tanto más cuanto que hoy la ciencia ha probado que la dieta ictiófaga influye en los productos de la generación.

no obstante, su abuso también puede causar enfermedades cutánea

El aguardiente y el tabaco amenazan la sociedad moderna

no sabía cómo alejarlo en el marco del código. El marido en cuestión era un ex marino que fumaba como un piróscafo. Ella observó los movimientos del amor y comprobó que aquellos días en que, por una circunstancia cualquiera, su marido consumía menos cigarros, se mostraba, como dicen los puritanos, más “urgido”. Prosiguió con sus observaciones y descubrió una correlación positiva entre los silencios del amor y el consumo de tabaco.

Los turcos hacen un uso inmoderado del tabaco y, si bien mitigan sus efectos mediante lavados, se agotan a temprana edad.

El esmalte de los dientes se deteriora, las encías se inflaman y segregan un pus que se mezcla con los alimentos y altera la saliva.

Estas observaciones y estos hechos indican la importancia que la naturaleza asigna a la mucosidad en general, la cual vierte su excedente en los órganos del gusto y constituye esencialmente los jugos gástricos (esos hábiles químicos que tanto desesperan a nuestros laboratorios).

sin la fatiga nerviosa del café.