Los griegos antiguos

La literatura griega clásica siempre ha ofrecido una imagen de Tebas en la edad heroica del mito, la Tebas de Tiresias y Antígona, que la retrata como una cultura compleja y poderosa, pero esa imagen poética se materializó súbitamente en realidad histórica.

En 1906, el descubrimiento de un edificio palaciego, ricamente decorado con frescos y objetos de oro, ágata y cuarzo, transformó nuestra imagen moderna de Tebas.

Algunas de las imágenes visuales de Micenas han servido para definir la Edad del Bronce griega en la imaginación popular, como la Puerta del León, la escultura micénica más grande que se ha conservado

El visitante que llegaba al palacio de dos pisos de Néstor, como hizo Telémaco una década después de la Guerra de Troya, debía pasar por una serie de aposentos cada vez más majestuosos antes de llegar a ver al rey.

olmo, sauce y ciprés; los muebles los decoraban con cianita, asta y marfil.

la dieta básica certificada por los hallazgos materiales: trigo, cebada, legumbres, almendras, pescado, mariscos, pulpo y uvas.

las plantas con las que los micénicos condimentaban sus comidas: apio, remolacha, comino, sésamo, hinojo, menta, poleo y alazor.

Las mujeres molían y pesaban el grano, pero los panaderos eran hombres

los micénicos seguían viviendo bajo un gobierno monárquico, como podemos ver en el término para llamar al «rey» (wanax, el anax homérico).

Los griegos micénicos empiezan a distinguirse de sus descendientes solamente cuando observamos sus monolíticas estructuras políticas.