Denne bog er ikke tilgængelig i streaming pt. men du kan uploade din egen epub- eller fb2-fil og læse den sammen med dine andre bøger på Bookmate. Hvordan overfører jeg en bog?
el mundo entero se había puesto de acuerdo en que una muñeca de piel rosada, cabello amarillo y ojos azules era lo que toda niña consideraba un tesoro.
Santiago Romerohar citeretfor 4 år siden
Algunos hombres son sólo perros.
LADY BIRDhar citeretfor 5 år siden
cuando pienso en el otoño, pienso en alguien con manos que no quiere que yo muera.
Beth Luriiahar citeretfor 5 år siden
Por los ruidos cloqueantes que emitían los adultos, yo sabía que aquella muñeca representaba lo que ellos creían que era mi más preciado deseo. A mí me dejaba estupefacta tanto la cosa en sí como el aspecto que tenía. ¿Qué se esperaba que hiciese yo con ella? ¿Fingir que era su madre? No me interesaban ni los bebés ni el concepto de maternidad.
Fany Clauhar citeretfor 5 år siden
Si algún adulto capacitado para satisfacer mis deseos me hubiese tomado en serio y preguntado lo que quería, habría sabido que yo no quería tener nada, no quería poseer ningún objeto. Deseaba más bien sentir algo el día de Navidad
Amanda Ríoshar citeretfor 6 måneder siden
Siendo una minoría tanto por casta como por clase, nosotros nos movíamos de todos modos en el margen de la vida, pugnando por consolidar nuestra debilidad y permanecer allí, o por trepar sin ayuda hacia la sólida parte central.
Adrianna Maldonadohar citeretsidste år
En realidad nada más habría que decir, salvo por qué. Pero, dado que el porqué es difícil de manejar, será mejor refugiarse en el cómo.
Adrianna Maldonadohar citeretsidste år
he entendido que ella no está enojada conmigo, sino con la enfermedad
Adrianna Maldonadohar citeretsidste år
Habíamos dejado caer nuestras semillas en nuestra parcelita de tierra negra exactamente igual que el padre de Pecola depositó su simiente en su propia parcela de tierra negra
Adrianna Maldonadohar citeretsidste år
Habíamos dejado caer nuestras semillas en nuestra parcelita de tierra negra exactamente igual que el padre de Pecola depositó su simiente en su propia parcela de tierra negra. Nuestra inocencia y nuestra fe no resultaron más productivas que su lascivia o su desesperación.