La desintoxicación de los juicios

Déjame que sea clara: el milagro no es que me haya librado de todos los pensamientos de juicio. El milagro es que ya no me los creo. De modo que, mientras que el hábito de juzgar sigue siendo un reto para mí, por medio de la práctica espiritual he llegado a aceptar que el juicio no es quien yo soy

Recuerda, juzgas para evitar una emoción que no quieres sentir

Recuerda: si fuéramos felices y nos sintiéramos completos, no juzgaríamos.

Bajo cada juicio hay una herida central

Dice el profesor espiritual Eckhart Tolle: «En cuanto tomas conciencia del ego en ti, podemos decir —hablando estrictamente— que deja de ser el ego, y pasa a ser solo un viejo hábito mental condicionado. Ego implica inconsciencia. La conciencia y el ego no pueden coexistir

El verdadero alivio viene cuando soy lo suficientemente valiente como para observar el juicio y llamarlo por su nombre: miedo.

Lo que se te pide es que seas más consciente de cómo te separas de los demás y del mundo

Cuando observamos nuestros juicios, aceptamos que son meras defensas contra las heridas

Su temor es el mismo. Su herida es la misma

Veo con claridad que sus juicios son un mecanismo de defensa