Milan Kundera

La Ignorancia

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  • Daniela Valero Stubellihar citeretfor 5 år siden
    Pero ¿había en ello motivo alguno de orgullo? ¿Acaso no es la gratitud otro nombre para la debilidad, para la dependencia? Lo que ahora desea ¡es el amor sin ningún tipo de gratitud! Y sabe que para obtener semejante amor debe pagarlo con un arriesgado acto de audacia. En su vida amorosa nunca había sido audaz, incluso desconocía lo que eso quería decir.
  • maricarmen tellolihar citeretfor 5 år siden
    la nostalgia se nos revela como el dolor de la ignorancia. Estás lejos, y no sé qué es de ti.
  • maricarmen tellolihar citeretfor 5 år siden
    una de las frases de amor checas más conmovedoras es styska se mi po tobe: «te añoro; ya no puedo soportar el dolor de tu ausencia».
  • maricarmen tellolihar citeretfor 3 år siden
    modo que dejaron de escribirse no sólo por prudencia. La verdad era aún peor: para ellos él había dejado de existir.
  • maricarmen tellolihar citeretfor 3 år siden
    No le trastornaban sus muertes (quien decide abandonar su país para siempre debe resignarse a no ver de nuevo a su familia), sino el hecho de que no hubiera recibido ningún aviso.
  • maricarmen tellolihar citeretfor 3 år siden
    Pero ¿al servicio de quién estaban las mujeres de hoy?
  • maricarmen tellolihar citeretfor 3 år siden
    Irena se dice que seguramente Milada no se da cuenta de ello; sólo conoce su propio rostro cuando está inmóvil, con la piel casi lisa; todos los espejos del mundo le dejan creer que sigue siendo hermosa.
  • maricarmen tellolihar citeretfor 3 år siden
    Y en esto precisamente consiste su apuesta: se fue de allí siendo aún una inocente jovencita y ahora regresa hecha una mujer madura, con una vida tras de sí, una vida difícil de la que se siente orgullosa.
  • maricarmen tellolihar citeretfor 3 år siden
    En Ítaca, sin embargo, no era un extraño, era uno de ellos y por eso a nadie se le ocurría decirle: «¡Cuenta!».
  • maricarmen tellolihar citeretfor 3 år siden
    Pero, una vez de vuelta, comprendió sorprendido que su vida, la esencia misma de su vida, su centro, su tesoro, se encontraba fuera de Ítaca, en sus veinte años de andanzas por el mundo. Había perdido ese tesoro, y sólo contándolo hubiera podido reencontrarlo.
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