Ethel Krauze

La otra Ilíada

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  • Josué Osbournehar citeretfor 4 år siden
    Tienes un odio a flor de alma,
    —más que de piel, de entraña—,
    si alma es lo que guardas en el polvo
    del bulto de tu cuerpo,
    eso que escapa poco a poco
    entre la coladera,
    junto al lodo del trapeador,
    los pelos sueltos en la tina,
    y una familia entera de hormiguitas
    que hacían el mandado entre las sobras
    del bolso del mercado.
  • Mauricio Coronelhar citeretfor 2 år siden
    Cantemos, hermanas, cantemos.

    Hay una Ilíada nuestra:
    una Diosa que escucha y que contesta
  • Mauricio Coronelhar citeretfor 2 år siden
    Soy la roedora de cadenas,
    una mujer de piedra
    un corazón humeante.
    ¡Ábreme el pecho caminante,

    mira por dentro la maleza

    de fuego, el magma, el brillo
    que en mí anidan!
  • Mauricio Coronelhar citeretfor 2 år siden
    Hoy toca hablar del excusado:
  • Mauricio Coronelhar citeretfor 2 år siden
    ¡Adiós, Aldonza Dulcinea, los entuertos me esperan
    al paso de la esquina:
    yo desfago los versos,
    tú limpias la cocina!
  • Mauricio Coronelhar citeretfor 2 år siden
    El hijo del Cronión y de Latona
    viene entrando, rugiendo por la puerta
    a darte el beso de la noche,
    el premio a tu obediencia:
    un semidiós en forma de marido
  • Mauricio Coronelhar citeretfor 2 år siden
    y tú, madona de la vida diaria,
    te ganas un encore,
    ¡otra vez! ¡otra vez!
  • Mauricio Coronelhar citeretfor 2 år siden
    Toda la casa es una Ilíada,
    es tu Ilíada,
    tu personal batalla contra el enemigo:
    tu destino de polvo, mugre y chinches,
    te avala el trapeador, la escoba, la cubeta,
    te cubre el delantal, la jerga y el plumero
  • Ana Saenzhar citeretfor 2 år siden
    Hasta que el canto se convierta en flor
    de lluvia, y limpie con su manto al mundo;
    cantemos,
    hermanas de una sola carne.

    No habrá más oda que la alondra en vuelo
    ni más celo será la propia sombra.

    Seremos lumbre, hermanas,
    caminaremos sobre el hielo,
    cruzaremos tormentas
    sembraremos racimos en el cielo.

    Cantemos, hermanas, cantemos.

    Hay una Ilíada nuestra:
    una Diosa que escucha y que contesta.
  • Ana Saenzhar citeretfor 2 år siden
    Una estirpe dormida que despierta.
    Soy la roedora de cadenas,
    una mujer de piedra
    un corazón humeante.
    ¡Ábreme el pecho caminante,

    mira por dentro la maleza

    de fuego, el magma, el brillo
    que en mí anidan!
    ¡Y tenme miedo!
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