¿Sabes cuál es el verdadero problema de no tener sexo?
–Que uno se vuelve un gruñón, por lo que veo –dice él.
–Te obliga a reevaluarlo todo. Vives con alguien, tenéis sexo, piensas: «Bueno, estoy casada con él». En realidad, ni siquiera lo piensas. No piensas nada. Sigues igual. Pero prescindes del sexo y lo único que haces es… compartir piso con un tío quejica que se burla de tu costumbre de leer en la cama. Es que, ¿por qué está en la cama contigo?