Von Arnim arranca la narración con la muerte de Ernest Bott y su venganza póstuma. No se centra en la infidelidad cometida por Milly, sino en la desgarradora soledad que la empujó a ella. Todo el mundo la condena y le da la espalda, incluida su hermana, que para ella representa la pasión y la libertad, y su amante, lo único que creía real en su vida.