Tú también puedes ser budista

La única política que deben seguir los budistas consiste en no verter nunca sangre en nombre del budismo. No debemos matar a los insectos y menos aún a los seres humanos

única política que deben seguir los budistas consiste en no verter nunca sangre en nombre del budismo. No debemos matar a los insectos y menos aún a los seres humanos

Desde una perspectiva ordinaria, los seres iluminados pueden parecer locos porque no admiten componendas, no pueden ser convencidos ni sobornados mediante engaños ni cuestiones materiales, no se aburren, no buscan las emociones, no tienen miedo a perder el prestigio, no se adaptan fácilmente a las normas convencionales, no utilizan la hipocresía en beneficio personal, no hacen cosas para impresionar a los demás y no ostentan sus talentos y sus poderes por el mero gusto de hacerlo.

Estamos tan atrapados en el dualismo que gastamos millones de dólares al año en mantener las apariencias. Si vagásemos solos por el desierto, carecería de todo sentido esforzarnos en caer bien a los demás, pero es evidente que queremos que los demás se interesen por nosotros y ser aceptados por ellos. Cuando alguien nos dice: «¡Qué piernas más bonitas tienes!», nos emocionamos y nos acicalamos en busca de cumplidos, aunque esos cumplidos son tan peligrosos como la miel que nos ofrecen con un cuchillo afilado

Como sucede en el certamen de Miss Universo, todo lo que hacemos o pensamos se basa en un sistema lógico compartido muy limitado. Ponemos demasiado énfasis en el consenso y basta con que la mayoría coincida en que algo es cierto para que acabemos considerándolo como válido.

Como las polillas acuden a la llama y el pez a los anzuelos, son muchas las personas que se ven atrapadas así por el deseo de comida, fama, alabanza, dinero, belleza y respeto.

Quiere trabajar como un socialista, pero anhela vivir como un capitalista;

En realidad, uno es budista si acepta las cuatro verdades siguientes:

Todas las cosas compuestas son impermanentes.

Todas las emociones son dolorosas.

Todas las cosas carecen de existencia inherente.

El nirvana está más allá de los conceptos.