Enrique Ortiz Aguirre

Un teatro que cultiva diferentes tendencias: desde un teatro historicista hasta un realismo trascendido, pasando por un teatro hondamente marcado por influencias tanto europeas

En cuanto a la nómina de autores, hemos de admitir la complejidad, pero cabe mencionar a los siguientes: los mexicanos Rodolfo Usigli (gran dramaturgo, considerado como el padre de la modernidad teatral en México, que se caracteriza por fomentar la vertiente crítica del teatro, por indagar en la «mexicanidad» y por las notorias influencias que sus obras denotan respecto de las de George Bernard Shaw), Emilio Carballido Fentanes (fallecido en 2008, perteneció a la llamada generación de los cincuenta y trabajó junto a Salvador Novo) y Luis Mario Moncada (dramaturgo y actor de plena actualidad, con obras teatrales muy reconocidas y premiadas); el cubano José Triana, autor de éxito y referencia indiscutible del teatro hispanoamericano, cuya obra —a pesar de no poder negar su acento cubano— transciende hasta lo universal con propuestas del máximo interés como la del teatro dentro del teatro (de larga tradición en el teatro hispanoamericano y, concretamente en el cubano, con dramaturgos como Virgilio Piñera, Carlos Felipe, Rolando Ferrer y Abelardo Estorino).

Mario Vargas Llosa, quien con seis obras dramáticas indaga en el metateatro (una de las señas de identidad del teatro hispanoamericano) y plasma sus debilidades, como por ejemplo el hecho de que el hipopótamo sea su animal preferido

Mario Vargas Llosa, quien con seis obras dramáticas indaga en el metateatro (una de las señas de identidad del teatro hispanoamericano) y plasma sus debilidades, como por ejemplo el hecho de que el hipopótamo sea su animal preferido

Mario Vargas Llosa, quien con seis obras dramáticas indaga en el metateatro (una de las señas de identidad del teatro hispanoamericano) y plasma sus debilidades, como por ejemplo el hecho de que el hipopótamo sea su animal preferido

Joyce, Proust, Kafka) y norteamericanas (Faulkner

realismo mágico. Será, pues, esta singular concepción de la realidad, inseparable de la fantasía, detonante excepcional de la renovación novelística, acompañada por técnicas narrativas novedosas gestadas en el seno de las vanguardias.

Italo Calvino), ya que la novela para él será un territorio para la experimentación. Padre de la antinovela

un joven Julio Cortázar—, puede considerarse como el Ulises joyceano de la literatura hispanoamericana

un joven Julio Cortázar—, puede considerarse como el Ulises joyceano de la literatura hispanoamericana