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Lucia Berlin

  • Abril G. Karerahar citeretfor 2 år siden
    Soy feliz. Soy tan feliz… Shirley, mira a toda esa gente ahí abajo. Andando de acá para allá y sentados en sus coches y trayendo flores. Todos fueron concebidos alguna vez. Dos personas los concibieron y entonces cada uno vino a este mundo. Nació. ¿Cómo es que nadie habla de eso? ¿Sobre morir o nacer?
  • Añita Piñahar citeretsidste år
    Berlin es implacable, no se anda con contemplaciones, y aun así la brutalidad de la vida siempre queda atenuada por su compasión ante la fragilidad humana, por la inteligencia y la agudeza de esa voz narrativa, y su fino sentido del humor.
  • Añita Piñahar citeretsidste år
    ¿Cuál era el germen de una historia, en el caso de Lucia Berlin? Johnston ofrece una posible respuesta: «Partía de algo tan simple como la línea de una mandíbula, o una mimosa amarilla». Ella misma añadió: «Pero la imagen ha de conectar con una experiencia intensa concreta». En una carta a August Kleinzahler, describe cómo sigue adelante a partir de ahí: «De pronto despego, y entonces es simplemente como escribirte a ti ahora, solo que más legible…». Una parte de su mente, al mismo tiempo, debe mantener siempre el control sobre la forma y la secuencia de la historia, y sobre el desenlace.
  • Añita Piñahar citeretsidste år
    Sobre cómo abordar el material difícil, Lucia comenta: «De algún modo debe producirse una mínima alteración de la realidad. Una transformación, no una distorsión de la verdad. El relato mismo deviene la verdad, no solo para quien escribe, también para quien lee. En cualquier texto bien escrito lo que nos emociona no es identificarnos con una situación, sino reconocer esa verdad».
  • Añita Piñahar citeretsidste år
    Tengo muchos prejuicios infundados sobre la gente, como que a todos los negros por fuerza les ha de gustar Charlie Parker. Los alemanes son antipáticos, los indios tienen un sentido del humor raro.
  • Añita Piñahar citeretsidste år
    Desde que me alcanza la memoria siempre he tenido un don para quedar mal.
  • Añita Piñahar citeretsidste år
    Las mujeres de la limpieza lo saben todo
  • Añita Piñahar citeretsidste år
    Se burlaban de las palabras y expresiones que yo usaba, y empezaron a usarlas tanto como yo. «La Piña», me llamaban, mofándose de mi pelo, y pronto las chicas se hicieron el mismo corte. «La muy idiota no sabe escribir», murmuraron al ver que escribía en la pizarra con letra de imprenta, pero empezaron a utilizar la misma letra en sus trabajos
  • Añita Piñahar citeretsidste år
    Y qué podía enseñarles? El mundo que yo conocía no era mejor que el que ellos se atrevían a desafiar
  • Añita Piñahar citeretsidste år
    autobús. Los sábados voy a la lavandería y luego hago la compra en Lucky’s
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