Por eso consideramos indispensable en un texto de ecofeminismo reconocer esa sabiduría ancestral y proponer que nuestras teologías y nuestras espiritualidades se atrevan a beber de las fuentes de los pueblos indígenas, que nos enseñan a vivir cotidianamente una espiritualidad y una ética de la interrelación, el cuidado, la interdependencia y la sacralidad de la tierra