es
Bøger
Maurizio Torchio

El mal cautivo

  • Nikolai C.har citeretfor 3 år siden
    La gente teme más a un nombre encerrado para siempre que a un hombre armado por la calle. Porque de quien manda fuera puedes intentar huir. Cambiar de ciudad. Pero tarde o temprano acabarás en prisión y estarás a merced de quien manda dentro
  • Nikolai C.har citeretfor 3 år siden
    Creen que si no ves una mujer desde hace veinte años, querrás devorarla por la calle. En cambio, la que conoce la cárcel te llevará a su casa, te dará de comer poquito a poco. Iréis por la tarde, esperando que anochezca pronto. Te ofrecerá un café. Y hablarás. Hablarás. Debes vaciarte la boca. Conseguir que salga un poco de cárcel. Si no hablas, no hay espacio para nada más
  • Nikolai C.har citeretfor 3 år siden
    Más vale una noche con tres putas en un hotel de lujo que veinte años con la misma mujer en una casa hipotecada.
  • Nikolai C.har citeretfor 3 år siden
    A los rehenes les gusta saber que hay un secuestrador malo, que el mal procede de un punto concreto. El secuestrador bueno, por desgracia, no puede hacer nada, es otra víctima.
  • Nikolai C.har citeretfor 3 år siden
    Cuanto más pequeño es un lugar, menos te rozas por error. Se aprende a respetar los espacios. Si alguien te roza, es porque quiere hacerlo.
  • Nikolai C.har citeretfor 3 år siden
    Aquí existe la obsesión por los objetos nuevos. Es como si fuesen fosforescentes. Quien no recibe paquetes de casa vive en celdas más oscuras. Y es más fácil que los guardianes le peguen, más fácil que un abusón te haga su mujer, porque una celda sin objetos nuevos induce a pensar: este no le importa a nadie
  • Nikolai C.har citeretfor 3 år siden
    Una orden es más intensa si no sirve
  • Nikolai C.har citeretfor 3 år siden
    No puede ponerse en duda que el Estado está naturalmente sobre la familia y sobre cada individuo, porque el todo es necesariamente superior a la parte, puesto que una vez destruido el todo, ya no hay partes, ya no hay pies, no hay manos, a no ser que por una pura analogía de palabras se diga una mano de piedra, porque la mano separada del cuerpo no es ya una mano real; y por tanto aquel que no puede vivir en sociedad y que en medio de su independencia no tiene necesidades, no puede ser nunca miembro del Estado; es un bruto o un dios.
    ARISTÓTELES, Política
fb2epub
Træk og slip dine filer (ikke mere end 5 ad gangen)