—A mí también. Me preocupo sobre todo cuando meto la pata hasta el fondo. Lo más triste es que cuando hago algo bien me gustaría que me viera. «Eh, mamá, fíjate en esto». ¿Y si los muertos andan a su antojo mirándonos a todos, partiéndose de risa? Dios, Sally, eso suena como una de las cosas que diría mamá. ¿Y si resulta que soy igual que ella?