No sé bien cómo explicar que este libro me hizo llorar y me fascinó al mismo tiempo. Fue como una ventana de escape a otras realidades.
Definitivamente me gustaría navegar por una CDMX sumergida e iluminada por las noches, no dejo de imaginar esos escenarios irreales que Andrea Chapela describe magníficamente.
Me da curiosidad y me perturba el pensar en el futuro que está cambiando las relaciones personales y los vínculos emocionales, que de por sí ya son complejos.
Lean este librazo, no se van a arrepentir.