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Elisa Victoria

Vozdevieja

Tiene nueve años. Su nombre es Marina, pero en el cole la llaman Vozdevieja. Este verano en Sevilla, el primero después de la Expo del 92, es tan largo y tan seco que ella no sabe si llorar o reír. Si quiere que todo cambie o que todo siga igual. Porque aún juega con muñecas Chabel pero ya mira revistas para adultos. Porque su madre está enferma y ella ya se imagina en un convento rodeada de huerfanitas. Porque todo el mundo, también su padre, insiste en desaparecer. Porque su mejor amiga es su abuela, quien le guisa, la peina, se deja cortar esas uñas como alacranes, le cuenta su amor por Felipe González, le dice tranquila, le enseña nuevos tacos, le cose vestidos de flores. Luego sale y esos vestidos le molestan tanto como si fueran de lija. Y aun así, Marina siempre tiene hambre: de vida, y de filetes empanados.
Una voz única, tierna, lírica y divertidísima. Una primera novela tan inolvidable como la primera vez que te pasa algo importante.
"Hondo y ligero a la vez, una voz tan perversa como candorosa. Una prosa única. Inolvidable."
Elvira Lindo
238 trykte sider
Copyrightindehaver
Bookwire
Oprindeligt udgivet
2020
Udgivelsesår
2020
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Vurderinger

  • Mariza Rodriguezhar delt en vurderingfor 4 år siden
    👍Værd at læse
    🐼Vildt sød

    Es una narración muy bonita y entrañable

  • Inéshar delt en vurderingfor 9 måneder siden
    👍Værd at læse
    🚀Opslugende

  • Fernanda Briseñohar delt en vurderingfor 2 år siden
    👍Værd at læse

Citater

  • Marcia alexandra Salvatierra pontehar citeretfor 4 år siden
    Una exministra del Partido Perruno dijo que las perritas sin pedigrí

    eran más tontas que las de marca. Blackie no tenía pedigrí, pero sabía una cosa:

    que eso de generalizar y discriminar sí que era una auténtica tontería.
  • Alexis Guerrerohar citeretfor 19 dage siden
    Es lógico, esta mañana me vieron leyendo en la playa, ahora me ven leyendo durante la cena y encima no paro de darle besos a mi madre en la cara. Odiadme más, me afecta lo mismo. Ahora solo tengo dos metas. La primera es acabar el libro antes de volver a Sevilla. La segunda es encontrar el momento correcto mañana para dar el último masaje, que no se vaya con seis en vez de siete. No creo que cambie nada, pero prefiero que sea así. Los niños pasan cerca de la mesa y me dedican miradas de burla y desprecio a espaldas de los mayores. ¿Cuál es vuestro problema, chicos duros? ¿Demasiado tarde para el peto de Minnie Mouse?
  • Alexis Guerrerohar citeretfor 19 dage siden
    Para resolver lo de la paleta me llevaron al dentista pero el empaste solo duró unos meses, hasta que mordí una patata frita muy crujiente y se cayó. Como con la ausencia de mi padre, no consigo que este hueco me importe del todo, pero tampoco que me deje de importar.

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