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Bøger
Bee Wilson

La importancia del tenedor

  • LupIsishar citeretfor 2 år siden
    Pensemos en la relación entre los aparatos que ahorran trabajo y los criados: en este caso estamos ante la historia de un estancamiento tecnológico. Hubo muy poco interés en eliminar la ardua tarea de cocinar durante los muchos siglos en que los pudientes tenían abundante mano de obra que se hiciera cargo de sus cocinas. Los robots de cocina eléctricos y las batidoras han significado una liberación: los brazos ya no duelen al cocinar kibbeh en el Líbano o pasta de jengibre y ajo en la India. Cantidad de comidas que antiguamente estuvieron condimentadas con dolor resultan ahora sencillísimas.
  • LupIsishar citeretfor 2 år siden
    “La tecnología no es buena ni mala; ni tampoco neutral”. Sin duda, esto se cumple en la cocina: los utensilios, lejos de ser objetos neutrales, cambian según el desarrollo del contexto social. El mortero era una cosa para el esclavo romano obligado a machacar durante horas mezclas harto amalgamadas destinadas al posterior regocijo de su amo, mientras que para mí es un agradable aparato con el que hacer pesto para mi deleite, cuando se me antoja.
  • LupIsishar citeretfor 2 år siden
    A veces es necesario que llegue un nuevo invento para que podamos apreciar el viejo: saber que puedo preparar una salsa holandesa en treinta segundos con la batidora incrementa el placer de hacerlo a la vieja usanza, al baño maría y con una cuchara de madera, añadiendo minúsculos trocitos de mantequilla a las yemas, poco a poco.
  • LupIsishar citeretfor 2 år siden
    Con cada nuevo invento se produce un intercambio: ganamos algo, pero también lo perdemos.
  • LupIsishar citeretfor 2 år siden
    Los alimentos que comemos hablan de la época y del lugar en el que vivimos, pero aún más lo hacen los utensilios que usamos para cocinarlos y consumirlos.
  • Eliana Sotomayorhar citeretfor 3 år siden
    Desde la década de 1940, las cocinas ideales colgaban frente a las narices de las mujeres como una golosina: eran una recompensa por una vida de faenas, o parte de un montaje que les explicaba la suerte que tenían de ser “creadoras de hogares” no remuneradas.
  • Eliana Sotomayorhar citeretfor 3 år siden
    En la cocina, pensaba Kellogg, estaba la clave de la felicidad de toda la familia: era el corazón de una casa. Esta idea resulta ahora tan obvia que es difícil demostrar que no siempre fue así. La comida siempre ha sido una necesidad constante de nuestra vida, pero la sala donde se prepara solo existe, tal y como la conocemos, desde los años de la Primera Guerra Mundial. La gente siempre ha cocinado, pero el concepto de “cocina ideal” es un invento muy moderno
  • Eliana Sotomayorhar citeretfor 3 år siden
    los niños británicos que se dejan comida en el plato les pedimos que piensen en los que se mueren de hambre en África. A los niños chinos –que comen varias raciones de un mismo cuenco en lugar de un solo plato a rebosar– se les hace una advertencia distinta y más persuasiva contra el desperdicio: que piensen en las gotas de sudor que corrieron por la frente del agricultor que cultivó ese arroz
  • Eliana Sotomayorhar citeretfor 3 år siden
    En 1976, el coste del Cuisinart en Estados Unidos había subido hasta los 190 dólares, pero incluso a este precio las tiendas de artículos de cocina no siempre podían hacerse con las existencias necesarias para satisfacer la demanda. En aquella época, Shirley Collins era la propietaria de Sur La Table (fundada en 1972), que es ahora el segundo mayor vendedor de artículos de cocina en Estados Unidos después de Williams-Sonoma, pero que por aquel entonces solo era una tienda en el Pike Place Farmers’ Market de Seattle –una pequeña tienda de café llamada Starbucks acababa de abrir no muy lejos de allí–. El mercado de Pike Place vendía los mejores productos frescos de Seattle y sus alrededores: frutos silvestres en otoño, judías verdes en verano. Collins adaptaba sus productos al calendario estacional –cuando en primavera llegaban los grandes mazos de espárragos verdes, ella vendía “grandes cantidades de ollas para espárragos”–, y también fue la primera persona de todo el noroeste de Estados Unidos en vender el robot de cocina Cuisinart. Al principio vendía “una media de uno al día”, pero las ventas pronto se incrementaron drásticamente.
  • Eliana Sotomayorhar citeretfor 3 år siden
    Uno de estos instrumentos de mango largo era la “salamandra”, un utensilio con nombre de dragón mítico que estaba hecho para soportar altísimas temperaturas y que consistía en un mango alargado con una cabeza de hierro fundido con forma de pala.
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